relatos, apuntes literarios...

miércoles, 18 de junio de 2014

donde se discute la longitud exacta de los besos


A sus labios acude la distancia. Se multiplican los besos bien doblados.
La información viaja en discretos paquetes de confianza que contienen el inicio de una canción,
evocan un recuerdo misterioso. La verdad ha ocurrido ya. No volverá a mediar de esa forma
continua y elegante, esa manera luminosa. Ahora y para siempre suena la cara B de una promesa.

Sus ojos inauguran un pasillo oscuro que desemboca sin miedo. Prolongan su mirada
hasta el foco. El infinito trama algo que no puede resumirse en la primera frase calculada de una novela gris.
Todo está incluido en la llama oscilante de un candil: la parsimonia de la edad, el agua y otros materiales.

Ella sabe que la distancia no implica una rendición, por más que su final agote la memoria.
Su belleza es un arma cargada de nostalgia. Pero el cuadro miente y se reinventa;
es una locura. Pararse un minuto a observar el futuro temiendo repetirse sin descanso.

Tremenda tensión: aire abocado al olvido. El aire, materia prima de los sueños, abre su vientre y crea.
El nacimiento de una obsesión. Es un acontecimiento de color azul.
Aquella manera luminosa fue un error de estilo, un modo agónico de no engañarse
pese a la evidencia en contra del amor y la magnitud escénica de la separación.

Hubo tal vez un tosco magnetismo, se produjo quizás una atracción disimulada por el espacio. Acaso
fue una palabra diluida entre montañas de signos, bits obedientes, groseros ejercicios de las máquinas,
absorta en su medida y sin embargo tan radiante sobre el horizonte reticular del universo,
tan frágil y de nuevo gigante bajo el ruido y la furia.

El espacio tiende a la prolongación indefinida de sucesos, es como un cuerpo gesticulante.
Es obvio que el amor sucede igual en cualquier dirección que se pronuncie;
en la lejanía, ¡habrá que conformarse con el eco!

Ella bendice su palabra en la conciencia antes de que su pensamiento celebre la consideración del vértigo,
antes de que se facilite la razón al músculo, mucho antes de haber sido larvada por el dogma.
¿Verdad que no se tiene? La verdad no se sostiene, se viene abajo
con el estruendo de una bomba H detonada en el vacío.

Tipo Test. Basta de deshojar margaritas y tréboles. El amor es tipo test,
consiste en elegir. Ella siempre escoge la rosa. Nunca escoge la rosa. O qué más da.






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