¿Dónde
está el mar?:
x
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en
el verso menos pensado
en
la aguja de la catedral
en
el desánimo
Interior,
pero rozando; la sal forma montones personalizados de sal. Hay profetas
políglotas
que adornan su mecánica con frases dulces sacadas de la publicidad. Dulces andamios
de vino
y chocolate blanco; la sal sigue siendo, pero no es dulce. Entonces, una
composición de agua atiborrada de agua,
húmeda
en exceso, líder en su franja de humedad reconcentrada, líquida como una rosa.
Para
ser un bravo Serafín no parece que posea el conocimiento
espontáneo
imprescindible, la capacidad filarmónica, el despejado rostro de la gente
guapa, esa obscenidad de los metales
perfectos
y entrañables. Destiny es, más que nada, un pedazo de pan, o es un motor
romántico
quizás impulsado a base de baladas y bases químicas, drogas de un solo uso,
poemas a gogó.
A base
de paladas, tierra sobre tierra, alpes moleculares, montañas como una gran
terraza
marciana
de 21 kilómetros de altura sobre el nivel del (___)… Su peso de vuelo es exactamente de 21 gramos,
lo que
pesa una pluma solar, un plexo solar, cada partícula soñada.
Quién
te ha visto, océano, saturado de olas, látigo de siete colas, hecho para volar.
La palabra
escu(L)pida,
la chica que la escupe, el aire que disimula el contacto, la hierba que recibe
el impacto. El Acto
en sí.
Venid, profetas –dijo D. Organizad
el viaje de vuestras vidas; el cielo –se dijo–
es una agencia de viajes; y, de
todas partes, llegaron oportunistas con un secreto en la punta de la lengua,
un verso bizantino, multitudes
opuestas a las multitudes, y comenzaron a verse rodeados
por una larga lista de demonios locales,
parte de un decorado lunar.
En el Parque no conocíamos aquello, nosotras no conocíamos el Mar, era una
tranquilidad no conocer tal Mar,
tal sinuosa monstruosidad enorme y tan profunda. Dignas declaraciones. El punto de vista de
alguien
diferente,
alguien que no ha escrito un poema.
Pues
todo el mundo escribe poemas a la luz de las antorchas,
según
se levanta de la cama y recuerda;
como un
recordatorio.
Destiny
NO. El problema es la necesidad (o la demasía consonántica). Cuando se buscan
exponentes, líderes
arlequinados,
híbridos de expresión moderna y ancestral sabiduría, se acaban encontrando tipos
que comen gofres y saludan
llevándose
una mano a la sien.
Aunque la época no permita el
gasto,
y el
mar cobre su fama entre esperanzas muertas y castillos de arena.
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