Este chico es un genio
de la melancolía,
su verso le precede, no
se habla de otra cosa. Ha subido tantas escaleras de incendios, por todos
los patios, todos los
callejones despojados de luz.
La ciudad es un
trabalenguas también subterráneo; hay metro,
cloacas, gente con
pasaporte y arcos de seguridad. Hay automóviles gratis para el poeta,
comida gratis, bebida
hasta rebosar los pequeños vasos, los vasos sanguíneos. Los pasos de cebra
llevan siglos pintados
en la tierra,
de las piedras brota el
musgo, la hiedra de la resurrección, briznas de hierba oscura,
pistas de baile.
Un viento taquígrafo y
ecualizador aspira al trono con su mano abierta,
dispersa la fotografía
fija del espacio entre líneas de arbolado. Ahora hay una lluvia
monotemática que solo
piensa en caer, se deja ir sobre la poesía
y consigue el milagro de
la síntesis, la unión de los sentidos figurados,
el borrado espectral de
toda la tinta derramada, el reblandecimiento de las ediciones y los códices
(así como la fusión fría
de las páginas impares).
Es genial. Su obra
recorre vías muertas sobre una alfombra estática, es algo biológico, algo en
bruto
como el vendaval que se
extrae de la imaginación; ah, el viento es una regla innovadora,
detective planetario,
siempre encuentra un camino
intransitable de camino
al hogar.
Aire deprimido, a ras de
suelo, cerca de subir
al tren de la montaña.
La memoria produce economía ideal, penuria ficcional, escasez
de carácter, el talento crea
frases imposibles y suma con los dedos. Esta chica es un antes y un después,
confía en su mirada, que
formatea un piano de pestañas y labios,
sabe a bolígrafo azul, tiene
una voz en la sangre y una piel de repuesto; en la ciudad
hay un banco romántico
donde solo se sientan
ella y el genio de la
melancolía.
https://www.diariodeburgos.es/noticia/Z2546E650-B266-ADF1-B155B88C01350613/Conformarse-es-peligroso
ResponderEliminarTe nombra en su artículo tu amigo
ResponderEliminarEse era mi padre, Domingo...
ResponderEliminarClaro....no cuadraba
ResponderEliminarHabla de los 50"