relatos, apuntes literarios...

domingo, 10 de enero de 2021

toda esa forma inerte del amor

 

Ahora, el amor. Es el amor. Suerte de sucedáneo de la historia, órgano
impropio, ¿ala de mosca? El amor dice la verdad, cuando miente le sale un sarpullido en la voz,
arde en un infierno plateado. El amor es bello
incluso cuando dice la verdad; su belleza comprime el espacio como un viajero cósmico,
sucede en el aire como un pájaro.
 
Ahora somos (tan) felices. Pon un Ángel a tu mesa: es el destino. Oh, sacamos la vajilla de gres,
las copas de cristal, la cubertería labrada; Destiny® come con apetito y cuando termina un plato lo estampa
contra el suelo con una risotada infantil. Oh, vasos voladores, añicos,
vértigo a cámara lenta. Mas albergamos la esperanza de que su presencia
suponga un salto de calidad en nuestra representación de la belleza, nuestro
acopio de la palabra “amor”.
 
Bajamos por el río en un bote de remos, en la distancia
suena ‘Distance’ y la euforia nos convence, retrae nuestra desgracia. La corriente es como una oruga
sinuosa, un proceso incipiente, mañana será dulce paradero. Hay tanta
belleza en el movimiento, qué hermosura de manos que se abren, de ojos que conectan con la sombra, labios
espirales. Destiny® se esfuerza por no brillar,
lidera un escapismo estacionario, una física quedamente
predecible.
 
Qué próximo el amor, qué cómico, suda como un adolescente, se ruboriza y entona su osadía,
tartamudea un sinfín de palabras ajenas. A todas horas, amanece, llega el crepúsculo,
chisporrotea el alba y el cielo se quiebra en un caleidoscopio de persianas alzadas, bombillas
que revientan, punteros láser dirigidos al ojo triangular de la divinidad.
 
Todo este amor malgastado, tomado en vano, ah, desangelado y arrojado al vacío nocturno,
dirigido hacia la Luna después de un cálculo encomiable, vestido de novia. Todo ese amor arreglado con los trapos
sucios de mamá, descosido y remendado en un taller mecánico. Toda esa
forma enorme de quererse, esos besos colmados de preciosa ignorancia,
volcados en el verso como jarros de olvido.



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