relatos, apuntes literarios...

lunes, 7 de agosto de 2017

game over


Escribir, despiadada tarea. La invención programada, escribir un libro
sobre alguien que escribe un libro sobre… (esto está en VR también, quién lo diría). Inventar un mundo que no existe,
desplazarse por la realidad a caballito del arte (esto es del poeta).

Consideremos el horripilante aspecto de la simultaneidad, que no es nada fotogénica
en realidad. El poeta despierta y Jordan ya está dominándose para no fantasear en el mercado.
Desde su rama monacal, su particularidad insospechada, la pluma digiere un gramo de polvo, la venda de una momia
que se disuelve en el aire, una roca inconsciente o una flor:
arquetipos formateados por el sistema. El público –insert coin– rebobina y vuelve a escuchar el aria prodigiosa;
los pelos de la máquina son como los de un agujero negro (se conjetura).

En una habitación de tamaño general, las descripciones sobran:
son cuatro paredes,
arden cuatro paredes en cuatro fases o cortinas de fuego, las llamas alcanzan la madurez de las llamas en la naturaleza.
El bodegón más triste consta de un frutero vacío y una jarra de vino,
ambos cazados por sorpresa, ambos pinchados en la pared,
cruzados en un lienzo divergente, amanerados por la falta de sinceridad del autor. La fotografía
se dispersa entonces como un sacapuntas averiado, se hace un nudo de corbata windsor con una mano a la espalda,
atraviesa praderas de greenpot sin perder un ápice de mala educación,
zonas heroicas de combate ilegal.

Jordan ha despertado y el poeta ya andaba suelto en su perímetro, atropellándose,
ocultándose de ciertas miradas peliagudas. De camino hacia el lago, el camino
termina y empiezas a mojarte los zapatos; la gente se termina y empiezas a hablar solo: tienes el primer p(r)o(bl)ema.

El tercer poema fue la reconstrucción de un crimen. Alguien había muerto
como siempre. El amor había desinfectado el terreno del tiempo, ocluyendo la labor policial: se trataba de un crimen organizado.
Dentro del baile, el cuerpo yacente, sin una sola herida. Ecos
literarios, arabescos, letras como eternidades de significado, ojos revueltos en la sangre azul. Un amplio
caudal para la música y sus pretensiones, un cadáver creado por el llanto, librado al sonido del agua.

La obra es sobre alguien que ha muerto sin palabras. Un trayecto alternativo. El poema
es sobre un alma grabada en el suelo de la escuela, un pez o un corazón, en la tierra del parque, un pez o un corazón; está
publicado en el arte, el libro es un brazo de mar, es un pájaro en su alcoba –en su alta
rama del cielo, la piel del río– que canta sin detenerse. Insert coin.




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