relatos, apuntes literarios...

viernes, 22 de marzo de 2019

casa real


Tal vez Chaasadahyah haya sustituido a Jordan, tal vez
haya definido su ausencia. Quizás un encuentro desalmado, un roce de metales, destello de la imaginación.

La editorial fantasea con un lugar sinérgico donde complementar su ración de pretextos
felibres, donde calibrar la elocuencia de una generación autista. Chaasadahyah pertenece a su nombre poderoso,
procede de una razzia sostenida en el tiempo, de un pogromo inmisericorde programado
por gente vestida para la ocasión.

Pasillos intermitentes, es decir, interminables,
poemas intermitentes, es decir.
Versos que amedrentan y espantan a la vociferante multitud, que crujen como cruasanes léxicos,
como hojaldres extraídos de un mantecado locuaz, versos como enfermedades
venéreas, renglones de ojos vítreos, labios asustados.

En el café, los monjes piden limosna sin levantar la voz, los pobres no. Un mendigo fuma la picadura colectiva,
farfulla una oración monoteísta, dibuja un monigote espiritual. Es una recreación,
el holograma favorito de las chicas, un lugar para pasar el rato sin radiactividad. J. y Ch. orbitan, mejor dicho, habitan un apartado
explosivo: el Ángel al piano, alguien parecido a Questlove vapuleando una batería
descargada. La luz te la figuras, ¡pues habrá que figurársela!, habrá que planteársela como un problema
endemoniado, un proceso de paz, una geometría reluctante.

Tantas madrugadas han realzado la partitura de oriente, han oscurecido el mapa
nevado de la aurora, han desamparado el horizonte. Entre las ruinas de un monasterio, sobre los restos de una vieja historia
plagada de digresiones correosas y nubes de álgebra perfecta, el camino serpentea,
se desvive como si condujera hacia una gran ciudad.

Pero nadie en los balcones, nadie en esa calle que despega de un pozo de inocencia y aterriza en las inmediaciones de una casa real,
nadie en la meticulosa soledad de la baranda, nadie asomado al eterno
manantial del sueño. Tal vez una nota perdida verificando el ciclo virtuoso de la encarnación.




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