Después de todo no es tan extraño que el campo haya
atravesado el tiempo
para llegar hasta la puerta de tu casa. Estaba escrito;
las margaritas no se pisan en vano,
la hierba no arde bajo tierra sin una buena razón.
tectónico, una impactante alteración catastral. Y con
ella los objetos
deseados, los perdidos, los hallados entre la basura, los
que el océano va sirviendo en bandeja de plata.
y hay un tren esperando, detenido, una estación mil veces
clausurada, una vía muerta. Ahora sales del trabajo a
cualquier hora del día o de la noche
y te encuentras en un vagón de ganado. El tránsito es la
norma, es el patrón de la naturaleza, el núcleo de la vida
pasa ante ti como un millón de postes de telégrafo,
de pronto te echa encima el horizonte.
conocían la historia de pe a pa, escuchaban la radio, rumiaban
los periódicos; la gente
transportaba un meollo de cifras incompletas, iba con él
a todas partes... La gente siempre
sabe más de lo que parece.
del carbón. Entras en el bar y el pasillo está lleno de
fumadores pasivos.
Vas a trabajar y el humo te entra sin permiso por las
fosas nasales. Vas al cine y echan
una de vampiros
otra vez.
nuestra conciencia debería ser tan poderosa. Tampoco
nuestra memoria
debería olvidarse de nosotros
tan a menudo.
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