Descubrimos el Parque cuando
estábamos muertos, cuando andábamos muertos como so(m)bras
de la naturaleza. El sueño
era posible, nuestros cuerpos formaban
ejércitos sublimes, competían con el cuerpo místico de
los insectos
primaverales; aquel mundo verde protegía.
como una habitación (enorme), gris como una habitación
resbaladiza (pues ha llovido: ayer). Circulan
bestias inopinadas, bastiones alzan su estructura
monástica, de fondo suena una especie de llanto
que al final resulta que es J. Cole, una especie de
alegría que al final
es Little Simz.
utópico no,
distópico no, estacional. El poeta se
aclama (y es exterminado); nadie
estudia el verso pintado en la pared.
el humo que desprenden, el calor que desprenden sus
cuerpos
estilizados/esterilizados, tanto que a punto de echar a
volar, casi volcánicos
como metáforas incalculables.
elucubraba consigo, autorizaba las patentes de la noche y
el día,
confiaba en la luz de los espíritus. Y la música surgía
de la nada, recordaba a un pequeño
frente, un objetivo llameante. El cielo tenía ojos
―entonces. Y los aviones
regían el pulso de la historia, corregían las faltas, las
baldosas
sueltas, las ramas quebradas, obraban
vestigios de civilización.
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