Tenemos el espacio justo, nuestro
espacio exiguo en teórica expansión. Ocupamos una celda
del panal, un reducto, es nuestra
aristocracia del palacio eterno.
muros de carga y vigas maestras se contienen, ordenan
pedidos telefónicos para la cena. La casa es
un código postal terminado en 02, una escenografía
constructiva.
burbujas industriales, hay una cadena de producción de
infinitos que escupe big-bangs extemporáneos,
llena el vacío de posibilidades y estribaciones, mentes
inéditas tan fluctuantes como olas del Pacífico Central.
intacto e independiente, nacionalizado, es una fracción
del poderío de todos los héroes
de la historia, una mezcla de la belleza de fuentes y
nenúfares, jardines
atestados de semejanzas (la síntesis
habitual).
comprimido entre cuatro paredes pintadas de silencio.
Llevamos esta
cruz de la propiedad y el desarraigo, realojados
en el Arte como míseros hijos de la diáspora, esclavos de
la vida y la inocencia.
para caernos muertos (donde escribir). La gente nos
observa
desde todos los ángulos ―el magnetismo de las criaturas
infectadas de fracaso―
en busca del secreto de la soledad.
Claude Monet |
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