Artículos y proposiciones medio
honestas, 46 poemas y una canción de despedida, es el método autista, la
genuflexión
adecuada a la magia. Aquí, fuori le
mura, o en el desierto,
cada verso carga con una cruz insignificante.
fomenta un retroceso estelar, una conurbación de las señales del cosmos,
ah, un verbo arrítmico
y anotador.
sorprende el recital de la naturaleza muerta (es un joven poeta
laureado); Laurel & Hardy
multipremiados ambos, ambos recitalistas orgánicos.
así se inculca el vicio solitario de la asociación fonética, el eco grandilocuente
y sus recesos.
Llega el momento del baile, las entradas están
a la venta, pero no quedan entradas y hay que bailar bajo un manto lunar
lleno de lamparones.
recibe demasiada luz, su felicidad es parte del aplatanamiento colectivo.
En el poema número
veintitrés la lírica alcanza su patente, es un paquete bomba
lexicalizado, un plato de pollo al curry con arroz marca acme.
unas gotas de funk de pronóstico zombi, una buena recopilación de aquel
sello
automático de los años ochenta con sus metáforas de bolsillo,
su irresistible acné y su indisimulada
perfección.
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