relatos, apuntes literarios...

martes, 12 de diciembre de 2017

fundido a negro (Jordan sin entrada para el baile)


Bajo el polvo, maduran los milagros. La vejez es la flor de la vida: en la incapacidad
reside el verdadero amor. Jordan exhibe
su juventud de oro, el pelo negro que ha pactado su fiereza con la noche. Ya no está Frank Ocean
para cantar con estilo, los márgenes del parque
marginan. No hay comida, solo un pedazo de tela hecha de luto,
un trapo de humo arrimado al caldero de la gloria.

Mirar al cielo es una tradición. Drones y otros lívidos artefactos,
dragones y poetas, orgullo de la tierra. La cámara oculta retransmite una persecución en
varias dimensiones (11), se oyen disparos sin luz, cañones de luz.

Chicos y chicas cantando, bailando, reventando la soledad del escenario;
un antiguo epitafio de The Roots abre la misa de difuntos. El bar alza el telón y saca los perros a la calle, Jordan
pide una palanca, pide un destornillador, pide tiempo. El fuego se escucha a todas horas,
lejos, cerca, alternativamente, lejos/cerca, tan lejos como si quemase,
tan cerca como fuere necesario.

Nos hemos vuelto de hierro de tanto echar raíces –dice Jordan. Este campo
obtiene manantiales del exilio, alivia el pensamiento de la nieve, acuna locomotoras en sus brazos de oro. ¡Eh!, ¡anda,
súbete al próximo vagón! La lentitud de la tarde es como una señal de terciopelo, como un carro de seda transparente,
lleva el riesgo en la solapa.

Cuánta pobreza de las almas, pasajeros sin uso, como hermanos de nadie. Las almas
brillan en su ciclo, adornan su espera con figuras teatrales mientras absorben la curvatura del mal. La fortuna
se repite, difunde ecos de sociedad, banderines de intercambio, guarda el resplandor de su pereza o atesora
las cápsulas del sueño.

En el cofre se ha hecho la oscuridad que prometía el verso, nada más
que un rayo de ausencia, únicamente el fondo. Hay que recorrer el fondo del río, el hilo conductor de una balada,
difuminar la sangre que se filtra por las ranuras del pasado y encharca
la realidad como un ángel sin entrada para el baile, listo para filmar la última estación.



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