relatos, apuntes literarios...

lunes, 30 de septiembre de 2019

gira el último vals de la belleza


No hay más belleza que contar, el baile
ha terminado. La suya es inasible, corresponde a una tradición de amaneceres,
esa clase de asuntos internos, una saga de armadores de luz.

Arranca la melodía del incendio, pero la piel es un obstáculo, la vida es un obstáculo,
el arte quema como un cigarrillo encendido, como un cañón de fusil. Un Ángel ha robado las campanas,
llama a la insurrección desde el núcleo del silencio, su grito
inunda el vientre de la tierra.

Parque no hay más; lo llena todo de corteza de árbol y briznas de conciencia, del humo
entusiasta de los magos, de virus comerciales. Es la pantalla
completa, su rostro vegetal se apropia de los ángulos,
en el colmo de la perfección, rellena las figuras como un programa informático, pero a pulso,
un niño cuidadoso, como un niño obstinado y feliz.

El dolor de los ángeles no es el de la humanidad, parece tan fértil,
tan engañoso, duele a tientas, oscila entre dos fatalidades, dos ventanas de corto recorrido. Poetiza
la forma y apostilla el murmullo de las primeras lágrimas. Es un peso que viene del futuro,
pasa como una sombra desterrada.

Tan hermosa que habita en el olvido, su habitación
sobre la única puerta, su balcón sobre aquel charco de baldosas intactas, aquel
rumor sencillo de la piedra.

Incontables sus ojos que todo lo perdonan. La ropa que la noche se prueba en un claro de luna,
que la noche le quita, ese vestido blanco tan suyo como un arpa, como un alma
doblada en el cajón, hecha un ovillo en la cintura. Su belleza en la pista,
tras la pista segura del vacío –aurora de la clase obrera a la que pertenece–,
en el último verso, donde todo empieza a morir
eternamente.


2 comentarios:

  1. Me encanta la palabra INASIBLE
    Yo usaría inaccesible,pero claro son dos conceptos distintos.....como se nota el nivel....

    ResponderEliminar
  2. También se podría usar inaccesible, pero entonces remitiría a algo más concreto, y aquí creo que le iba mejor cierta indefinición... Gracias por pasar, Domingo.

    ResponderEliminar