Amar en el supermercado, en fila india, amar hasta el
último centavo (y esperar).
Entrar en la oficina de patentes y amar al genio
desprovisto.
En la Real Academia de la Lengua, amar a las letras del
tesoro.
Amar sin voluntad, como los Ángeles.
sentimentales, montañitas de grava, los terraplenes por
donde cabecea la bolita del campo escalar; hay
un vacío verdadero en el amor que no puede llenarse con
palabras
sinceras.
aman terriblemente, son industriosas amantes. Oh, Emily,
tú que alcanzaste a escuchar la levedad de la corriente,
sobrevives en todas las partículas del Arte, sus
manifestaciones
atrevidas, sus escarceos triviales, eres la canción del
mediodía, la fruta
que madura bajo el forro del viento.
de una piel, una metáfora demasiado presente; el peso del
amor
es como un saco de cemento que fractura huesos e
ilusiones, forma versos en el aire.
Dejarse arrullar por el encanto de la Naturaleza, ser
natural hasta la náusea, amar la evolución
de las especies, su descarnada inteligencia, su justa
reciprocidad.
Amar los heroicos documentales de la madrugada.
amar como un átomo de hidrógeno, como una selección de
música enconada. Tender a la emoción
estricta de las lágrimas, amar incluso como un Ángel, sin
resistencia,
e incluso como el mismo, ingenuo, dios.
Jaroslaw Puczel, Lovers [olej na plótnie] |
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