Fuera de ti, la tarde está cayendo,
el tiempo insiste en derrocar sus días,
la luz sigue montando en los tranvías
y todo es comprensible. Y lo comprendo.
Fuera de ti, ¿de qué me desentiendo,
si hay un clamor de madrugadas frías,
de rejas y afiladas celosías
que no defienden lo que yo defiendo?
Sueña fuerte -¡con fuerza!-. Piensa alto.
La noche espera el inocente asalto
de tu risa, que apenas se retrasa.
Esta vida se pasa en un segundo
que pesa en la conciencia de otro mundo.
Todo pasa, Noelia, todo pasa.
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