Concentrar
el amor, escolarizarlo, intuir una palabra alta de pensamiento, decir(se) la
verdad. Cuánta
superstición
entre la hierba, qué dulzura antigua, la lírica que entonces llamaba a la
contienda, guerra y olvido,
destrucciones
sincronizadas bajo la apariencia casual de la justicia.
La
ciudad encoge hasta el infinito,
transita
veloz del orbe al laberinto, de la nostalgia al pecado independiente, del amor
a la benevolencia. Calles
infantiles
con su pedrada rubia, su límite sordo y casquivano, sus ventanas de infarto. Cuestas
y talleres, terremotos
amables
para conjurar cualquier dolorosa ausencia, cualquier aproximación al deseo,
cualquier futuro.
Una
muchacha y su nombre de estrella, su soneto de catorce pasos, su partida de
ajedrez y el milagro
superfluo,
tan oscuro, del silencio que crea y representa. Jordan ha fundido en negro
todo el
proceso de la creación, ha silbado como un pájaro
íntimo,
con el mismo ajetreo de plumas inmortales, la misma combinación de alas formando
huracanes de ingenio,
suspendiendo
la crudeza de la tierra.
Algo
exasperante que no se compadece con la claridad urbana del falso paraíso;
carreras
a la puerta del ocaso, vida animal en anuncios por palabras. El aliento divino
es un insecticida,
la
suciedad de las baldosas conforma un mapa electrizante del subsuelo; Jordan se
ha perdido la película y el campo
asiente
y se dispone a repetir el vídeo de la noche, la banda sonora de la soledad.
Reconocer
una voz, profetizar sin temor a equivocarse: es ella. Asegurarse en privado
(tarareando otro estribillo, un verso
nuevo).
Reconocer su voz entre una multitud de aspiraciones,
un
universo de márgenes, cierta integridad de estrépitos y lunas.
La luz
ha caído como si no estuviese sujeta a la razón, y los pájaros han vuelto a
desunirse en bandadas de lluvia.
Llueve y
no ha nacido el día, ni el verso ha confirmado su presencia. Solo la sombra de
un ejército de nubes
sobre el
abismo del tiempo, su taquicardia, el minucioso control, el increíble peso de
su transparencia,
solo
respiración y duelo, amor y píldoras para sudar el drama de la eternidad.
Feliz 😄 CES fíes teas
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