Si me das un minuto de tristeza,
te prometo mi sombra más querida,
herida de los pies a la cabeza.
De todo corazón, mi sombra herida
sangrando del aliento hasta el costado,
que en tanto espacio se le va la vida.
Que solo por estar triste a tu lado,
a tientas volvería de la muerte
como un rayo de luz desenterrado.
Esta pena que traigo de no verte
no me deja cargar con otro peso;
necesito un amor que me haga fuerte
y no me rompa el alma en cada beso.
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