Visitar la lejanía es el credo del
viajero, avizorar las cúpulas; sacudir el polvo
apoyado en la baranda.
psiquis, extranjero— desde el extrarradio de
las ensoñaciones,
se divisa un algoritmo
especular que protege los deseos.
disentir del movimiento alegre,
el escarceo impenitente de las nubes, está en nuestro convenio con el
mundo
investigar la sombra de la noche con los ojos cerrados.
en apuros, como un inversor pacta con el destino, averigua la fuerza
intrínseca de cada paso en falso, se desploma sobre un colchón de funesta
memoria.
pájaros insomnes, habitan un cuerpo en desarrollo, una mente
catastrófica. A lo lejos, siempre late otra luz
de parecida insignificancia.
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