Es
el radio del Sol, observadlo
en
la distancia. Se parece a la noche que abandona
su
cuerpo.
con
palabras secretas, frío en la garganta. Su acento es el del hambre
reciente,
la soledad de la última calle, en el último
piso
de la casa vacía.
con
un transistor en la mochila, sin pilas de repuesto,
cargamos
con el ansia y el espejo roto de nuestros padres.
que
se encumbra, como el humo taciturno y salvaje
asistimos
al concierto con los ojos cerrados, enrojecidas las palmas de las manos,
y
el piano nos contaba una historia terrible
que
no hablaba de amor
sino
de vida.
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