tus ojos
una madre en la ventana
son una estrella rota en el estanque
la piedra y el espejo
tus ojos son un líquido inflamable
un concierto de labios expirados
cuatro pasos de baile
el rabillo del ojo en el pico solar de tu cabello
la manzana que duele en el estómago
son un rápido lento
Tus ojos son un tren de avemarías
una madre en el tiempo
son el tiempo que pasa entre dos albas
la moneda en el aire
son un apunte al natural del aire
una constante personal
un lance
la fórmula del río que no cesa
tus ojos
son una fábrica de calma
el eco de una sombra fortuita
son un destacamento de alegría
cierta manera de besar despacio
son una roca de verdad
un lecho
son dos líneas de diálogo fecundo
ferrocarriles de invierno
como dos tragos de ginebra
manos de noche en torno del abismo
tus ojos
a la luz del espacio que nos queda
como una barricada de aceitunas
un área de imprudencia
un plan privado
la música del fuego en la montaña
son préstamos de lluvia
niños sucios
tus ojos son la herida que desnuda la parte regular del
corazón
son dos líneas de
diálogo fecundo
–manos de noche en
torno del abismo–
la oscura luz más
lúcida del mundo
la entera luz del
mundo
el mundo mismo
el tiempo que transcurre
en un segundo
el hueco entre la
forma y su espejismo
la llama que
enardece al vagabundo
la parte más feliz
de tu organismo
como una barricada
de aceitunas
un orbe coronado por
dos lunas
la música del fuego
en la montaña
son un destacamento
de alegría
un alma delicada que
es la mía
pero me llena de una
luz extraña
tus ojos son dos ramas del mismo testimonio
dos platos de memoria
el perro y el collar del perro
son imágenes dobladas
soldados que vigilan la pureza
dos perlas prisioneras en un beso
herméticos altares
son los demonios del rap
(son) gigantes
son in dubio pro reo
revólveres en pleno retroceso
tus ojos son dos cafés americanos
un ejército a la fuga
el resto de la noche
podrían ser arcángeles en llamas
diamantes para una tarde de luto
escuelas de fortuna
dos ojos como dos escalofríos
como dos partes sin mitad ni centro
como una sola en la tercera fase
la escena del sofá
son prófugos y lindos
altares que se han venido abajo por las buenas
días de gastar
los árboles enfrente de la casa
hojas del árbol más cool de la enramada
planos de hierba
plata en la mesa (con lo que cuesta poner el pan encima
de la mesa)
son dos dianas mirándose a la cara
el canto un segundo antes de hundirse en el olvido
se mira y no se toca
se siente como una bocanada de cianuro
una pietá simbólica
ondas de simetría global
retazos de una novela sin final feliz
míralo y verás
míralos
miran
podrían ser
arcángeles en llamas
dos perlas
prisioneras en un beso
pero son el camino
de regreso
(para quien no se
ande por las ramas)
podrían ser las
veces que me llamas
que no te oigo nada
más que eso
los nombres del
silencio que profeso
junto al único
nombre que no amas
dos ojos como dos
escalofríos
como una bocanada de
cianuro
dos gotas en el
curso de dos ríos
como una desbandada de aire puro
el velo de una
noche esclarecida
la sombra de una luz
muerta de vida
'Tauben fliegen auf' es el título de una novela de Melinda Nadj Abonji.
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