Si no la ves, estará por ahí
charlando con la muerte. Si no la vieras más, allí estaría,
callada.
desconocido, tal vez a una canción inesperada; siente nostalgia en la
punta de los dedos,
en la punta del cabello peinado en la ladera del invierno, frente al
primer espejo
dorado por la brújula del mar.
humo por la nariz, sonsacándole versos a la media luna del Parque.
es porque es de noche (y nadie). Si fuman y desnudan la verdad de cada
hoja caída, si supieran cuál iba a ser
el claro signo de la oscuridad, creerían,
oh, creerían.
testimonial del Arte, sobre un momento anómalo del aire que respiras; y
la lluvia seguía el rastro
formal de los gorriones, su alegre vibrato, su leve transición
hacia la búsqueda.
fortalecieran su método. Hace falta un instante no vaticinado para que
las ideas
conspiren contra la inocencia y se compongan, para que los ojos reconozcan
el charco de su ausencia
y recuerden su próxima traición.
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