Extranjero, estrambótico, foráneo,
estoy aquí como si hubiera vuelto,
pago en la aduana con un verso suelto
o con un trago del Mediterráneo.
Soy arte efímero contemporáneo,
un regalo que viene desenvuelto.
Del crimen de nacer he sido absuelto
por el juez implacable de mi cráneo.
El mar se me tragó con viento norte
y ya me quieren dar el pasaporte
antes de haber pisado tierra santa.
Sin patria, sin dinero y sin papeles,
pero dicen que soy experto en pieles
y he llegado a la cima del Top Manta.
A por el 1001. Besos.
ResponderEliminarGracias, Carmen... Un beso.
ResponderEliminarA mí me gusta, dicho sea con más miedo que vergüenza.
ResponderEliminarThank you very much, Marco...
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