Nuestra
es la libertad del destino,
la
libertad de la conciencia,
la
soberana libertad de la memoria.
Hailee
Steinfeld
de
la fantasía, somos libres de morir en cualquier
habitación
cerrada.
hay
un desahucio en marcha y los niños no pueden dormir. Somos libres de apartar
la
vista: el poema prefiere la parte
donde
no cubre demasiado.
una
estrella fugaz, estrellas que te llaman por tu nombre. Existe un borrador en el
que falsificamos
nuestro
propio nombre (y vamos detenidos).
traicionada
por Hofmann). Todos hablan de grandeza, coleccionan
aplicaciones,
se aplican como colegiales imprudentes, acuden a las olimpiadas del arte
con
un sabor raro en la boca.
del
vértigo, el verbo crudo como un pescado recién arrancado de las olas. Ah,
oleadas de realidad,
anzuelos
sangrientos y un viento leve que no deja de soplar desde hace un siglo.
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