Chloë-Grace camina descalza con el peso a cuestas de una edad
indeterminada,
la carga turbulenta de la sangre; lejos de allí Alicia Donadio adivina un
pensamiento
triste (como todos los pensamientos). Vaya coincidencia: ambas simpatizan
con el Partido
Comunista. ¡Vampiros de otra clase!
Más lejos aún, Destiny®
asiste a una reunión de su célula de base (asistimos al desfallecimiento
de las ideologías).
parece incapaz de emitir sonido alguno, ni siquiera su presencia es
advertida
ni su belleza vitoreada por los compañeros de viaje: de fondo, la cortina
roja del Hotel Overlook.
nuestro tren avanza imperturbable, coherente, disfruta de una claridad
indiscernible pero
tan auténtica como unas gafas progresistas, como una serie de baldosas
infantiles.
con puntería voraz, se alimenta de frustraciones y episodios pasajeros,
funciona como una máquina de Turing que acabase
escribiendo Carmilla con faltas de ortografía.
con intensidad y espiritismo; el choque produce una deconstrucción
controlada, convincente del andamiaje
estructural revolucionario ―el marxismo-leninismo se revuelve en las
estanterías.
Ambas toman conciencia remota de su torpe
y afanosa individualidad.
Le Cirque (Marc Chagall) |
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