domingo, 19 de septiembre de 2021

el futuro es ayer

 

Hubo un momento en que parecía que el mundo tenía por delante
la delicada forma de la redención, un futuro. Y el tiempo
adoptaría una nueva sintaxis para redescubrirse, y el alma
señalaría la nueva autopista de la realidad.
 
Retornaría la victoriosa efigie de la fortaleza
divina y su casa hablaría por todos los nombres.
 
Como el Ángel (Destiny®)
estableció la culpa como un destino prudente, liberó el color de las montañas. Y nuestra voz
voló para siempre, y jamás se supo de su eco.
 
Pues nuestra voz es tan antigua
                                                               como la buena caligrafía
                                                               ―como el tiempo que hace que―
                                                               tan antigua como un acordeón
                                                              
Un día como este, Emily
obró su recorrido con gesto adusto y un vestido arrogante, confabulada
con la aristocracia americana y otros descendientes del Jefe Crazy Horse,
Sioux de piel cobriza aclimatados al vértigo
y la sana orfandad del infinito.
 
Hubo un instante en la Historia, una mañana temprano―un amanecer al dente―, apenas
decidido en el recuerdo, cuando el gran arsenal de fuegos
artificiales y bombas de napalm lucía su agotamiento, y el horror deslizaba su avispero de azules interiores
sobre la piel de la naturaleza, una inferioridad natural creaba su propio
hábitat de difuntos, su propia jerarquía.
 
Esta voz es idéntica,
sabe a cianuro y agente naranja, es un volcán negativo, la promesa
solemne de que nada ha cambiado.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores