Oh, florece la distancia (su fondo azul); esta vía férrea que acelera el cansancio,
ruta del silencio que desemboca en sus ojos. ¿Podrá el Amor? Superar el
conflicto, entregar el testigo
pese al espacio (ensordecedor). El tiempo ha transcurrido sin dilemas,
concertando
recuerdos y vistas panorámicas.
encuentra escapatoria; va detrás de tu sombra como un detective siniestro.
geometría, pársecs y dársenas de ultravacío, dispuestas a idealizar quarks
encadenados
en racimos lunares, pensamientos herméticos y razas
alienígenas.
adiestradas en el verso y la fisonomía. El poema supone una separación
improcedente, el punto de locura
entre dos voluntades agónicas, es el mesías de la equidistancia. Aquí
fluye el lenguaje con destino al exilio, la luz
constituye un equipo intocable.
los verbos en la boca como anestesiados por el hambre, como pequeños
dioses
seducidos por la música del viento.
a través de cordilleras andinas, túneles
cuánticos y sofocantes estrechos. Establece la máxima resolución de los
satélites, el dogma
de la mecánica. Su Amor fluctúa y se concentra junto al amanecer
más puro de la tierra.
Mimura Haruo, 'Morning Sea' |
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