viernes, 15 de marzo de 2019

y ver la noche por primera vez


Si la ciudad es arte por encima del arte y el obrero el artista que crea y expresa la pureza del mundo
a través de su fuerza de trabajo; si la ciudad es el plano descarnado, la representación
endémica de la belleza, si es la belleza en su pulcro estado de descomposición y ejemplo, si la fuerza de trabajo
irrumpe en la cotidianidad con el ímpetu feliz de un saber inmaculado.

Ahora el Parque se ha zampado la ruina torcida de la urbe, una nube ha ondulado la realidad
hasta confeccionar un vestido de novia general que sienta bien a todo el callejero. Si los edificios
curvan su estructura, se mimetizan con el bosque, acogen
aves nocturnas y aves probablemente hermosas, expresan su longevidad por medio
de cables de acero y columnas parroquiales.

Así procede ella, sin conocimiento ni sabiduría, sin experiencia (sin miedo). Un clásico
roto como todos los clásicos, roto como un diente roto, como un tallo, rosa como una rosa destemplada, rota
como un desierto enclavado en el árido celeste. Promete tanto el cielo…, su propia insensatez,
cualquier vertido:

             un corazón
             una línea desaconsejada
             un corazón de palo
             un leño para el fuego

Entonces los artistas son traza del pasado, promesas incumplidas, hábitos lejanos que no pueden obrarse
sin dolor, son preguntas inmensas, poemas
sin escafandra –dijérase. El poema se ha reproducido, es un disco de vinilo con su aguja y sus treinta y tres
revoluciones de salón, un escarceo con la memoria, el reloj fantástico de la actualidad. Los artistas llegan tarde a casa
pero muestran su respeto por el luto, tan irrespetuosos.

Ah, pobre Jordan: recoge la basura con un pincho, roba para vivir (luego, se esconde). Ha construido
un refugio demacrado y sutil, ha perlado la frente de la noche con su escarcha, es tan curiosa como una puerta
abierta; pobre de ella, solo recuerda lo que dice el silencio, lo que cuentan los ojos de los muertos antes de ver las calles
por primera vez, los balcones, los tejados del mundo
por primera vez.


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