domingo, 9 de mayo de 2010

a Lovecraft

Montañas de locura,
ásperas y elevadas cordilleras,
delirio de Natura,
definen las fronteras
del espacio que tuyo consideras.

Mágico delineante,
atormentada sombra de artesano,
vuelco de luz constante.
¿Quién te propuso, hermano,
vivir al otro extremo del verano?

Si veo por tus ojos
me desangro. Si leo lo que escribes
me invaden los despojos
del cieno en el que vives,
maestro de los cósmicos declives.

¿Qué voces te frecuentan
en las ocultas noches invernales
que al fuego desalientan
con soplos guturales
que semejan susurros infernales?

¡Cíclope de la horrura!
¡Titán de la sonrisa espeluznante!
Emerge tu figura,
de grisura acuciante
con cada nuevo miedo, a cada instante.

Noctámbulo adivino,
detrás de aquella puerta clausurada
velaste tu destino:
una mano en la espada
y otra alzando una pluma ensangrentada.

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