jueves, 5 de enero de 2012

en un vestido de perfecta talla

En un vestido de perfecta talla,
cuerpo celeste y cuerpo enardecido,
como se viste un campo de batalla
con sangre de perfecto colorido.

Como se viste la desnuda playa
con las olas del mar atardecido
o se desnuda el fuego en la metralla
que corta el aire con mortal silbido.

Vestida con idéntico arrebato
desde el cuello a la punta del zapato:
de rojo de los pies a la cabeza.

O, dicho de otro modo, desvestida
como se viste un alma a la medida
o se abandona un cuerpo a su belleza.

2 comentarios:

  1. Te devuelvo la visita :-)
    Me gusta mucho el último terceto.

    Estamos en contacto !

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  2. Gracias por pasar, Silvia, como ves, no tengo demasiados visitantes, je.

    Ese último terceto me dio muchos quebraderos de cabeza porque la expresión del primer verso, "dicho de otro modo", me parecía hasta funcionarial, no sé cómo decirte, pero tampoco podía renunciar a los dos últimos versos, así que al final lo dejé por imposible ;)

    Me gusta que estemos en contacto.

    Hasta pronto y un abrazo.

    Esteban

    ResponderEliminar

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