Hace
mil años terminó la guerra,
los mil
años que cumples desterrado,
atento
a la pesquisa del arado
en el
vientre fecundo de la tierra.
La
patria que al olvido te destierra
no es
la patria valiente del soldado
que
fuiste con el puño levantado,
es
otra, hija del llanto, hija de perra.
La
patria que trafica con tus huesos
es otra,
negra y roja, negra y gualda;
no es
una madre con sus hijos presos,
es la
madrastra que les da la espalda,
que les
da miedo en vez de darles besos
y lleva
un pantalón bajo la falda.
Lucía Sócam, 'Republicana'
Madre, madrastra que daña y Espadaña.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias por el comentario, Emma.
ResponderEliminarEn realidad, el poema es una excusa para poner el vídeo de la estupenda canción de Lucía Sócam, que es lo importante de la entrada.
Un abrazo