lunes, 15 de noviembre de 2021

algo de claridad

 

Artículos y proposiciones medio
honestas, 46 poemas y una canción de despedida, es el método autista, la genuflexión
adecuada a la magia. Aquí, fuori le mura, o en el desierto,
cada verso carga con una cruz insignificante.
 
                Laura. Salta. Acto de fe, digno sin más. Su boca
fomenta un retroceso estelar, una conurbación de las señales del cosmos, ah, un verbo arrítmico
y anotador.
 
Dentro de la belleza de la mañana
sorprende el recital de la naturaleza muerta (es un joven poeta laureado); Laurel & Hardy
multipremiados ambos, ambos recitalistas orgánicos.
 
Restitución o demencia; esta fauna de términos tan sin sentido como la vida misma:
así se inculca el vicio solitario de la asociación fonética, el eco grandilocuente y sus recesos.
Llega el momento del baile, las entradas están
a la venta, pero no quedan entradas y hay que bailar bajo un manto lunar
lleno de lamparones.
 
                Se mueve con torpeza, su altura
recibe demasiada luz, su felicidad es parte del aplatanamiento colectivo. En el poema número
veintitrés la lírica alcanza su patente, es un paquete bomba
lexicalizado, un plato de pollo al curry con arroz marca acme.
 
Estamos publicando algo de claridad,
unas gotas de funk de pronóstico zombi, una buena recopilación de aquel sello
automático de los años ochenta con sus metáforas de bolsillo,
su irresistible acné y su indisimulada
perfección.



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