sábado, 23 de junio de 2012

húmeda horrible


Terca, lúgubre, ¡oh, tan meritoria!
Húmeda horrible ensangrentada de charcos, nubes oscuras,
encharcada de sangre que revienta los vasos.
Líquida desnaturalizada, deshumanizada,
a bulto con la nota del piano sostenida,
Mozart que va chapoteando fuentes,
saltando ríos rítmicos.

Aquí no hay más que flores,
flores misericordiosas de religiosidad incorregible,
voces maníacas, coros miserables,
¡ah, perverso terror de los espíritus!
Tiempo cabrón que nace y rompe aguas,
que parte crismas con su rama de árbol.

Loca de colores crudos,
cruda como un muslo de pollo,
con la piel de gallina y sus meses atlánticos,
soñando ya muerta con los faros de octubre.

No insistáis, no la esperéis,
desdeñad su exhaustiva guirnalda, su vistosa cortina.
Aguardad, si acaso, la próxima celada del invierno.

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