domingo, 9 de mayo de 2010

corazón amargo

A tu vientre fructífero me ciño
-tu dulce corazón pasó de largo-
con las manos perdidas de cariño
y el aire del que vuelve a su letargo.

Soñé con ser tu amante y soy tu niño,
el niño del que nunca te haces cargo,
el que juega con fuego y, si le riño,
hace de tripas corazón amargo.

A tu matriz caliente, a tu cintura,
a tus blancas caderas maternales,
así de infatigable me sujeto

con uñas y con dientes, mano dura,
corazón de león, fieros modales
y el aire del que guarda tu secreto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores